miércoles, 15 de agosto de 2012

Teclado vintage: Korg MS-20



Una cosa que siempre me ha decepcionado de los ingenieros de Korg es la poca creatividad que tienen, lo digo así de claro, en el catálogo de Korg hay muchos instrumentos, pero pocos con un sello "made in Korg" propio. Lo que si me flipa de estos ingenieros es la capacidad que tienen para mejorar productos que existen y abaratarlos a límites insospechados (ya lo hicieron a finales de los 70 con su CX-3 emulando un Hammond o más recientemente con el MicroKorg mejorando y abaratando nuestro ansiado y querido MiniMoog).

El cacharro a despedazar hoy es una invención de finales de los 70, un sintetizador sacado al mercado para competir en calidad con los productos de Moog más exitosos, pero eso si, ofreciéndolo a un precio muchísimo más competitivo (Moog se caracteriza por tremendamente caro).

Lo primero que vemos es un pequeño teclado de 3 octavas: Un teclado blando, no contrapesado, con teclas de plástico de rápida recuperación y para mi gusto demasiado estrechas para los dedos planos que se le quedan a los pianistas/teclistas después de años ejecutando el aparato. A la izquierda tenemos una cómoda rueda de "pitch", para mi gusto poco práctica pero muy usada.

Lo divertido viene en lo de arriba: Imitando los modulares de Moog el MS-20 ofrece un modular mucho más sencillo con puertos de jack para hacer las conexiones entre los distintos paneles. También tiene una infinidad de potenciometros y osciladores que no tienen nada que envidiar a su hermano caro (aka Moog). Lo que más me gusta es la sencillez en el manejo, ya que mirando la leyenda de arriba de cada potenciómetro te puedes entender muy bien con este aparato.

Los acabados son muy bonitos, pero sobre todo son muy prácticos: Una caja negra con un estuchado muy estable diseñado para recibir duros golpes y no quedarse desarmados (que Nord copie esta idea que sufro cada vez que le doy un golpe). Una pega es la disposición fija del modular, no pudiendo abatirse, siendo su transporte más complicado.

Por desgracia esta maravilla dejó de fabricarse a principios del decenio maldito (los 80), debido a la invasión masiva de samplers y sintetizadores horteras que podéis escuchar en vuestros éxitos veraniegos de la época (y que tanto odio).

Muchos son los artistas que nos han hecho disfrutar de este sonido, identificables son los arreglos de Sean Lennon o Mathieu Chedid, toda la electrónica francesa se lo ha pasado por la piedra (Daft Punk, Digitalism, M-83, Air, ...), el amado Damon Albarn en Gorillaz (donde se deja ver varias veces con él) y otros, sobre todo en grupos con toques electrónicos (Simian Mobile Disco, Goldfrapp, Moloko).

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