jueves, 14 de marzo de 2013

Teclado vintage: Roland Júpiter


Cuando se habla de instrumentos musicales "de calidad" casi nunca entra la marca Roland en ese saco, debido a que la mayoría de sus aparatos de gama media son económicos a la par que poco prácticos. Es verdad que no tienen el mejor sonido, el teclado es bastante incómodo y en ocasiones resultan poco prácticos (como el clásico sonido de teléfono o el "Henry IV", pistas con pocas posibilidades).
Pero Roland es una marca con una calidad expcepcional, y los teclados de gama alta tienen una relación calidad-precio muy buena (es más, los amplificadores Roland de los 70 y los 80 son muy codiciados entre guitarristas).

El teclado que nos aborda hoy es el mítico Jupiter, a muchos de vosotros os sonará de catálogos y muestras, pero el Jupiter que conocéis no es mas que la edición mejorada de su pesado abuelo, que cuenta ya con más de 30 años de existencia.

A efectos prácticos estamos hablando de otro sinte, de otra "burda imitación" de lo que hizo Robert Moog años antes, pero la política de Roland es simplificar, es ofrecer lo mismo que ofrecen los demás pero con una consola más sencilla. Personalmente no me gustan los teclados nuevos, me parecen muy difíciles de controlar, por eso prefiero los teclados antiguos en los que lo importante no es saber controlarlo, sino sacar lo mejor de él.

El Roland Júpiter cuenta con una serie de llaves estilo "Drawbars" en los que podemos ajustar tanto las frecuencias como el brillo, nitidez, ataque, etc.  Para los más reticentes a sintetizar su propio sonido el teclado ya cuenta con unos sonidos predefinidos, separados por estilos de una práctica manera: Por colores. Los más atrevidos pueden jugar con esos sonidos re-sintetizándolos con los drawbars de la parte de arriba.
Tambien cuenta con un secuenciador, se puede programar para disparar sonidos secundarios o de atmósfera mientras tocas una melodía principal.
A la izquierda del teclado contamos con la ya clásica palanca de "Pitch" y la de "Bend", así como otros controles como el de volumen, "paneo", saturación, equalizador ...

Muchos son los que han sucumbido a los prácticos encantos de esta belleza, personalmente yo lo probé una vez (una de las últimas ediciones) y hay que decir que es una golosina, una golosina cara por desgracia, pero como he dicho antes, la relación calidad-precio de ROland es excelente, así que ese precio probablemente esté más que justificado.

Músicos afortunados y de buen gusto como Azul y Blanco, Moby, Talk Talk (el mítico "It's my life" fue grabado con uno), esos sonidos horteras de la Madonna más ochentera y noventera, y los soberbios sintes de "Thriller" del mito Jacko.

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