martes, 24 de enero de 2012

Piano: Steinway & Sons

Seguro que muchos de vosotros realizareis la misma tarea una vez y otra, y os inundará la misma satisfacción que a mi cuando acertéis.

Pero sobre todos los sonidos de teclado que podáis imaginar, por encima de toda calidad del arpa, de los amplificadores, de la sala de grabación o de la microfonía existe un sonido puro, perfecto, muchas veces imitado pero nunca conseguido por otra que no sea la propia fábrica del inventor: Los Pianos Steinway & Sons.

Fue a mediados del siglo XIX cuando Heinrich Steinweg, un artesano alemán, recibe la orden de fabricar un piano para el emperador, el mejor piano que pudiera hacer. Fue de tal calidad que la mayoría de las familias adineradas de Europa quisieron adquirir un piano como el que podían escuchar en el palacio del emperador, lo que hizo que el señor Steinweg se convirtiera en un padre de familia adinerado, lo que aseguraba su vida, la de su mujer y la de sus hijos, que colaboraban activamente en la fabricación de estas bellezas.

Con ansias de ampliar el negocio, Heinrich coge un barco con todos sus hijos excepto con uno (que quedó al cargo de la fábrica de pianos Steinweg en Alemania) para abrir una nueva fábrica en Nueva York. No sólo vendía todos los pianos que hacía en ambas partes del charco, sino que la lista de espera llegaba a ser de años.

Se le puede atribuir el mérito a Heinrich de ser la primera persona que utilizó la figura del "endorser" para publicitar sus productos. Él estaba seguro de que sus pianos eran los mejores, por lo tanto regalaba a los mejores pianistas del mundo uno para que lo mostraran en sus conciertos, lo que hizo muy popular a la marca.

Heinrich quiso "americanizar" su apellido, que cambio al conocido Steinway, añadiendo a la marca "& Sons" debido a que sus hijos eran parte activa en las fábricas.

Hoy día es indiscutible que los mejores pianos del mundo son los Steinway & Sons, un sonido claro, limpio e inconfundible, con un ataque de tecla correctísimo. Quien ha tenido la suerte de ejecutar estos pianos no dice nada malo: Que el ataque de la tecla es cómodo, que la recuperación es rápida, que el contrapesado es muy natural, que el sonido es limpio y que las intensidades son apreciables claramente. Siempre vale la pena pagar un poco más por uno de estos pianos si estás pensando en adquirir un piano de cola.

Steinway & Sons tiene varios modelos, si tenéis ganas de verlos pinchad en el título que he dejado el enlace, mi favorito es el colín "Baby grand piano" con un sonido liviano pero contundente, un piano de cola "pequeño" que muchos llevaban en sus directos. También tiene modelos personalizados, como el ya descatalogado "John Medesky", acorde a los gustos de este endorser en particular. El piano blanco del vídeo de "Imagine" de Lennon también es un Steinway, donde fue compuesta y grabada la canción.

2 comentarios:

Nacho 8A dijo...

Buena entrada, comparto el gusto por el Steinway. Qué complicado debe ser "digitalizar" ese sonido.

tecladosyteclistas dijo...

Pues Nord tiene un preset de steinway que se te caen los pantalones!!

Pero nada como uno original, si lo piensas friamente.